La ansiedad puede definirse como un mecanismo de defensa natural del organismo frente a estímulos externos o internos que son percibidos como amenazantes o peligrosos. Carlos Gustavo Motta analiza en MDZ esta patología.
Dicen por ahí que comer una barrita de chocolate disminuye la ansiedad y que además es útil para la depresión. Eso sí: debe contener por lo menos 70% de cacao para que cumpla con este propósito. Sin lugar a dudas verificar el precio de esta variedad provocará mayor ansiedad y nos alojará en una depresión segura por no poder comprarlo. Ah! La ansiedad! Ese es el tema de la columna.
No se impaciente y de paso le comento que vaya al cine a ver Misión Imposible: Sentencia Mortal, donde el pequeño Tom Cruise (1,68 cm) se hace grande en este film de super acción. No apto para ansiosos porque recién dentro de dos años se va a estrenar la segunda y última parte. Puro cine.
Las señales que el cuerpo envía después de consumir alimentos ricos en calorías pueden variar temporalmente la actividad del sistema hormonal del estrés. Un estrés de carácter incesante debilita la respuesta inmune y hacen a las personas vulnerables a las infecciones. La gente que soporta condiciones de ansiedad durante más de un mes (un dolor debilitante tras la muerte de un miembro de la familia; divorcio; pérdida de un trabajo) tiene más probabilidades de contraer un resfriado que los que están menos agotados.
Un reciente estudio de la Universidad de Harvard reveló que los cuidadores de pacientes que presentan patologías crónicas tienen como resultado estrés psicológico puesto que se encuentran en alerta constante. Que tiene que hacer alguien que se preocupa por todo? La respuesta inmediata es tratar de sentir que controla la situación ya que de esta forma comienzan a desterrarse los sentimientos de indefensión y pánico. La estrategia conjunta es intentar calmarnos mediante respiraciones profundas y en una técnica que podemos tener en cuenta: una meditación consciente y activa.
Con esta técnica la persona que practica la meditación se centra en el momento presente en la tranquila conciencia de la respiración, dejando que los sentimientos y los pensamientos inunden la mente sin juicios ni acción alguna. Diversas comunicaciones científicas avalan que la meditación consciente constituye un poderos antídoto contra los desarreglos provocados por la ansiedad, el dolor crónico y la hipertensión. Rastros y rostros de la ansiedad. El psicólogo Daniel Alejandro Fernandez y el psiquiatra Enrique De Rosa Alabaster se unen en la escritura de “Los nuevos rostros de la ansiedad” (2023. Galerna) ofreciendo al lector una visión actualizada que comparte una mirada integradora sobre este fenómeno creciente de la ansiedad.
Foto: CGM.
El más antiguo de todos los remedios contra la ansiedad está al alcance de cualquiera: el humor y el compañerismo. Las personas con sólidas redes sociales consiguen manejar mejor el estrés sobre todo con relación a las enfermedades cardíacas, la inmunidad y la función cerebral. Existen estudios donde se utilizaron neuroimágenes para determinar que los comics (sí, los comics!) provocan circuitos cerebrales de placer y activan variables del buen humor. Lo que afecta a la ecuación personal del estrés son las elecciones personales que hacemos cada día. El estilo actual de vida legaliza esa costumbre de trabajar demasiadas horas; de privarnos de sueño; de comer demasiada comida rica en grasas; todo lo cual nutre de forma directa una intensa carga de estrés y perturba nuestra respuesta normal al mismo.
¿Cuál será el propósito de cada día? Algunas estrategias propuestas son serenarse; escuchar música; meditar. ¡Ríase! Lo más que pueda. Si es en compañía de otros mejor. Aliméntese siguiendo el dicho popular de desayunar como un rey, almorzar como un príncipe y cenar como mendigo. Descanse lo suficiente, deje los alimentos grasos y el tabaco. Salgan, haga ejercicio físico y siempre tenga una cita consigo mismo en un ámbito terapéutico. Jacques-Alain Miller en un artículo llamado “Una clínica sin conflicto” (1996) afirma que las personas se presentan en el análisis con su sufrimiento y el analista responde “Todo está en orden”.
Para Freud, el conflicto es esencial hasta tal punto de definirlo por la tensión de fuerzas opuestas que aparecen en una persona. Lo contradictorio puede causar un conflicto íntimo. Pero el ideal de equilibrio, la ilusión que todo a nuestro alrededor esté calmo, se derrumba con la temporalidad de la vida de cada uno de nosotros. Entonces, a lo mejor, no se trata de resolver el conflicto, sino de obtener un nuevo arreglo, un funcionamiento menos sufriente para la persona. Un cambio de perspectiva. Freud también lo llama una nueva modalidad.
*Carlos Gustavo Motta es psicoanalista y cineasta.
Publicado en mdz