La risa es el sol que ahuyenta el invierno del rostro

La risa es el sol que ahuyenta el invierno del rostro

La frase del título pertenece a Víctor Hugo y en un mundo generalizado de tensiones y ansiedades, el sentido del humor actúa como restaurador de la psiquis, es genial la manera que lo cuenta Carlos Gustavo Motta este finde en MDZ, disfrutalo.

Desde los tiempos del Imperio Romano bufones profesionales fueron utilizados por los gobernantes para aliviar los problemas del pueblo y además amenizaban las preocupaciones de la corte. Las películas de Chaplin, con su sombrero bombín y chaqueta apretada, divertían y aún continúan ese camino. La risa se provoca por gran variedad de condiciones: situaciones graciosas la provocan pero hay ocasiones en que la persona ríe como reacción de una caída o un choque. A veces, señal de sorpresa o nerviosismo. Otras como placer o alivio. Resulta una actividad social cuando un auditorio ríe en el teatro (y si el teatro está con la función al tope, el público ríe más).

Sigmund Freud afirma que alguien puede divertirse con una situación cómica cuando está solo, pero para que una anécdota sea realmente graciosa, debe ser contada a otros. La mayoría de los humoristas coinciden que nadie ríe con una anécdota picante que no sea divertida a menos que se encuentre incluido en un grupo y que ríe a carcajadas ante la improvisación de un actor o actriz pero sólo delante del auditorio. Henri Bergson en su ensayo sobre la risa afirma que no hay nada cómico fuera de aquello que es humano.

Lo ejemplifica con un paisaje que puede ser bello pero nunca cómico. En cambio, si nos reímos de un sombrero en realidad no nos reímos de eso en sí sino sobre quien lo lleva. Bergson nos advierte que la risa es además una señal de advertencia para la comunidad y la explica con el ejemplo de alguien que se resbala, tropieza o se cae. Para el filósofo significa un modo de decir: “Usted se cayó, pero yo no”. A veces es necesario saber reírse de sí mismo puesto que resulta una válvula de escape, además de mantener un equilibrio psíquico. El humor o el ingenio varía de un lugar a otro y eso explica por qué algunos chistes pierden completamente el sentido cuando son traducidos a otra lengua.

El humor o el ingenio varía de un lugar a otro. Foto: Yoytube

Qué es lo que convierte una historia en algo gracioso? Lo más importante es la incongruencia, algo que ocurre de modo inesperado. Para Freud, el carácter absurdo es lo que sostiene uno de los principales estímulos de la risa. En relación a los chiste con doble sentido o con alguna connotación sexual, lo considera una forma de exhibicionismo y también lo fundamenta en lo inesperado. Chiste de este estilo dan libre curso a los pensamientos dejados de lado y liberan a la persona de una serie de inhibiciones causadas por temas alejados de la conciencia.

Jacques Lacan distingue dos tiempos del chiste: el de la preparación y el de la sorpresa. Todo lo que el chiste atrae la atención del sujeto, todo lo que despierta en su conciencia no es más que la preparación destinada a permitir el encuentro con el otro semejante que de algún modo da su consentimiento o su resistencia, pero sin lugar lo activa. La sorpresa como tal, está más del lado de lo inconsciente. Pero el chiste no es la risa. El chiste como lo entiende el psicoanálisis, está más del lado del ingenio, de la agudeza, incluso de la ironía. La risa tiene que ver menos con los chistes e indica un comportamiento social.

Cuando saludamos a alguien con una amplia sonrisa, estamos desempeñando desde un punto de vista antropológico, una función tribal: equivale a decir “Sí, todo va bien”. Es un modo de asegurar la relación y la identificación con un grupo social, tan importante en la actualidad como lo era en épocas pasadas, cuando un extraño debía probar que no era una amenaza para los otros.

El libro de Charlie López “De donde vienen las frases y palabras de nuestro lenguaje cotidiano” (2023, Aguilar) es un texto que entretiene, divierte y provoca sonrisas a través de su lectura. Ubica las expresiones del lenguaje que utilizamos a diario.

Reirse en familia es muy sano. Foto: CGM

Por ejemplo, no me gustaría que este artículo se “lo tome a la chacota”. “Tomar para la chacota” de acuerdo con la lengua española, es una bulla y alegría mezclada de chanzas y risas con que se celebra algo. Inspirada en esta frase, agrega López, en el siglo pasado se acuñó la expresión “tomar para el churrete” con igual significado, siendo el “churrete” un líquido que chorrea y ensucia la cara, las manos u otra parte del cuerpo”. Un ejemplo es “Juan tomó leche chocolatada y le quedó la cara llena de churretes”. En Chile y en otros países de habla hispana también se llama churrete a cuestiones intestinales.

Siguiendo con el libro de López, concluyo la nota con un “tomo y obligo”, un convite a los lectores para que la disfruten y si les provoca una sonrisa, estoy seguro que cumple con su objetivo. Ríase más a menudo. Hace bien.

*Carlos Gustavo Motta es psicoanalista y cineasta.
Publicado en mdz

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