Está todo bien: la importancia de la rutina

Está todo bien: la importancia de la rutina

Cuando nos quejamos de la rutina y buscamos como evadirla no siempre podemos escapar. En parte es verdad porque según la definición del diccionario, la rutina es una costumbre arraigada o un hábito adquirido no siempre razonado. Carlos Gustavo Motta en su columna semanal en MDZ nos trae este tema.

La rutina amenaza con corroer los cimientos de una pareja. Es una de las verdades inconfesables (o sabidas por todos que tiende a minimizarse a través de bromas, a veces inapropiadas). En la obra teatral Me gusta, todo por un like, el director Javier Daulte, relata al espectador que Martina y Andrés (interpretados por Paola Krum y Damián De Santo), reciben una propuesta de la niñera (Luciana Grasso) que puede resultar una solución posible. Daulte se pregunta si no es peor el remedio que la enfermedad y, a partir de ese momento, donde el amor parece insuficiente, comienzan a sucederse una serie de pasos de comedia que llevan a los actores a establecer un juego divertido de complicidad con todos los allí presentes. Al finalizar la obra, una pregunta se instala y cuestiona las redes sociales que provocan las actuales formas de conocer.

Me gusta… es una comedia que quiebra los estereotipos del vínculo conyugal ideal, aprendido del modelo de pareja del siglo XX. El autor de la obra, Rojas Apel afirma haber tomado conciencia de los tiempos actuales y sus cambios rápidos. Su reflexión lo lleva a decir que las cosas establecidas desde siempre se han reconfigurado y el tema pareja no resulta una excepción. Es lo clásico versus lo nuevo. Y en lo actual, la rapidez de los encuentros no sólo se transforma en su característica principal, sino el modo de conocer y construir vínculos a través de múltiples plataformas. Una especie de menú a la carta de personas.

Otra cuestión que se hace presente en la pieza teatral, es el lenguaje ahora enrevesado y con la utilización de lo inclusivo que desmiente las normas de la Real Academia, en nuestro caso a la española (por nuestro propio uso del idioma) que se ve afectado con palabras que intentan alimentar por ejemplo, un vínculo afectivo entre tres personas. La trieja en lugar de pareja. Nada nuevo bajo el sol. Un cambio de forma con el mismo contenido, sino habría que tener presente la relación Nietzche-Lou Andrea Salomé-Paul Klee que tan bien mostró la realizadora Liliana Cavani en Más allá del bien y del mal (1977).

Al finalizar la obra, una pregunta se instala y cuestiona las redes sociales que provocan las actuales formas de conocer.

Todos hemos sido modernos en algún momento. Lo divertido de Me gusta… es que aquello que aparece novedoso y que resulta una propuesta en los tiempos que corren finalmente se encuentra con los mismos escollos de siempre. Es que lo nuevo  se traspola a lo clásico. Lidiamos con los conflictos y cuando pensamos que se han resuelto, los volvemos a reencontrar a la vuelta de la esquina. Hoy en día los celos pueden verificarse cuando alguno de los dos integrantes de una pareja, da like a un Instagram
desconocido y eso es descubierto o cuando sospechosamente se está haciendo uso excesivo del móvil (sobretodo cuando una pareja conoce los horarios del otro).

Es que la repetición es el hecho que las conductas, los actos o las situaciones que vive una persona con otra, algo de eso vuelve sin cesar, la mayor parte de las veces sin que se sepa y siempre con diferencia, puesto que la repetición no es una reproducción. Importancia vital en la clínica psicoanalítica: la reproducción es ejecutada voluntariamente. La comprensión del fenómeno de la repetición remite al trauma: fracaso y culpa se encuentran presente y revelan un principio de funcionamiento psíquico. A lo insoportable que Freud intentaba tomar en cuenta con el concepto de pulsión, Lacan lo conceptualiza con aquello irrepresentable, lo imposible de simbolizar, lo que resulta insoportable de enfrentar para alguien.

En lo que a una pareja (y que la trieja enseña tan bien) entendemos como la No-Relación-Sexual. Vaya tema! Pero si sólo vamos a ver una comedia, ustedes pueden agregar, (y excelente) en el teatro!!! –es más, la recomiendo- No se asuste: la comedia de los sexos forma parte de la vida misma, aquella que en nuestros vínculos afectivos, cuando tenemos la posibilidad de construirlos, no sólo amamos sino que aceptamos la diferencia que nos proponen dentro del marco del respeto, palabra hoy tan alejada de las variables que por la rapidez saltean las redes sociales.

A otra cosa mariposa! es una expresión que se utiliza para anunciar que se va a cambiar de tema o tarea, o que se desea o conviene hacerlo y que podemos aplicar en tiempo presente en cuestiones de la temporalidad breve de los lazos amorosos, puesto que la “oferta” resulta tentación cotidiana cuando las aplicaciones en las redes sociales que se encargan de la forma para conocer a alguien, se encuentran a la orden del consumidor. Con oferta se crea demanda pero la demanda es tan alta que asegura la insatisfacción de modo constante. Garantía que nos excluye de permitirnos conocer con tiempo a alguien y que merecemos experimentar si deseamos realmente involucrarnos emocionalmente con el otro, con la otra…con los otres.

*Carlos Gustavo Motta es psicoanalista y cineasta.
Publicado en mdz

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