Escribir desde el Yo: las ventajas de llevar un diario personal

Escribir desde el Yo: las ventajas de llevar un diario personal

¿Por qué escribir un diario? ¿Es un recurso literario? ¿Un modo singular de catarsis confesional? ¿Sentirse menos solitario? La voz interna de cada uno es quien proyecta en un escrito miedos, angustias, alegrías, relatos inconfesables, amores encontrados.

Modos donde el Yo realiza itinerarios que destacan trayectos donde los distintos estados emocionales pueden ser reflejados y su uso es hoy, cada vez más recomendado desde las distintas técnicas terapeúticas: escribir un diario. La literatura, la filosofía, las artes todas, el teatro y el cine son algunos espacios donde alguien nos relata una línea temporal de su vida. Dos modelos de ello encontramos en una reciente obra teatral y en una novela en forma de diario. 

En el primer ejemplo se destaca la obra teatral Anais, el deseo consumado de Lázaro Doznas. Lo inconfensable resulta recurso indispensable para este drama donde Anais Nin escribe sobre su relación con Henry Miller y su mujer June. Luego la relación fundamental entre ella y su padre, famoso pianista. El padre cree que culmina su carrera de famoso Don Juan intentando seducir a su hija, pero Anais sabe que ella actúa por consejo de su psicoanalista, Otto Rank (discípulo directo de Sigmund Freud) para seducir a su padre y luego rechazarlo como castigo por haberla abandonado siendo una niña. Con una sólida dirección de Virginia Lombardo, es la actriz Thelma Fardin quien carga sobre sus hombros la audaz apuesta en escena donde es acompañada por un gran elenco Julián BellegiaEsteban ColettiFiorella CampiEmiliano Diaz y Alfredo Martín y una sobria escenografía montada en el Teatro Border (Godoy Cruz 1838). Vaya. Absolutamente recomendable. El otro ejemplo es el de la Dra. Damasia Amadeo que ha escrito Diario desde el balcón, su primera obra narrativa luego de haber publicado excelentes ensayos psicoanalíticos sobre adolescencia.

Diario desde el balcón es un registro exhaustivo y personal de 2020, el año en que irrumpió la pandema de COVID. La enfermedad equiparó en cietos aspectos, las condiciones de vida de países con diferentes grados de desarrollo, dejando en todos los sectores sociales marcas y secuelas. En el plano individual, en tanto, cada persona afrontó de manera distinata el aislamiento y sobre todo el miedo a la muerte. La autora afirma (en exclusiva y como primicia del libro para MDZ y para esta columna) que cada uno buscó en hábitos cotidianos o en nuevas rutinas la forma de sobrellevar esa situación inédita. Damasia se dispuso a narra el nuevo paisaje impuesto por el encierro: las calles sin autos, los repartidores en sus bicis o sus motos, el ritmo de la naturaleza –los árboles, las aves- la arquitectura que descubría en cada caminata en el caso de poder salir a dar una vuelta. Y además lo que ella señala como el detrás de la escena, los pequeños hechos en los que no reparamos nuevas formas de contacto, la separación de los seres queridos.

El pulso cotidiano durante el año más duro de la pandemia y todo aquello que, por fuera de las estadísticas dolorosas tuvo de curioso, insólito o humorístico, finaliza expresando la psicoanalista quien se caracteriza por su discurso fluido expresado además en su escritura clara y amena. Lealo. Indispendable y por otro lado, agradable lectura. Una obra de teatro. Un libro. Ambas expresiones artísticas donde el diario fue motivo para luego desplazarlas a estas producciones. Brindamos cinco sugerencias para quienes decidan llevar un Diario Personal:

  • Es una conversación con uno mismo.
  • Es un lugar posible donde se procesan emociones.
  • Escribamos nuestros anhelos y deseos.
  • Repasemos acontecimientos luego de leerlos
  • Afirmemos nuestra asociación libre. 

Tal como lo indica Ricardo Piglia en su obra monumental “Los diarios de Emilio Renzi”, la escritura de un diario es todo lo que es uno se refleja en la letra manuscrita. Son a veces episodios que a veces se olvidan por completo. A la vez hechos que permanecen en la memoria con la nitidez de una fotografía pero quizás ausentes como si nunca se los hubiese vivido. Por un lado está lo que se escribe. Por el otro están los recuerdos. Figuras, escenas, recortes, restos que se encuentran perdidos y pueden reencontrarse
que coinciden o no con la cotidianidad de los instantes vividos y que el diario registra para mantener una duración que permanece.

La particularidad de un diario es que no hay secretos porque generalmente se dan a conocer y que resultan el testimonio de una vida. Única, como la de cada uno de nosotros. Por eso, por qué no escribir un diario? Desde aquí mismo invitamos a que vea la obra de teatro, a que lea este libro y que Ud. mismo comience a ejercitar la letra de su memoria.

*Carlos Gustavo Motta es psicoanalista y cineasta.
Publicado en mdz

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