Buena pregunta: ¿por qué mentimos?

Buena pregunta: ¿por qué mentimos?

El miedo es una de las mayores causas de la mentira infantil, principalmente cuando la severidad de los padres se hace sentir bajo el grito o el castigo físico. Así lo describe de manera muy interesante, Carlos Gustavo Motta, columnista en MDZ.

Ver por Amazon Prime la estupenda primera temporada de Citadel, un servicio de información secreta y clasificada, nos lleva a asociaciones sobre la memoria y el uso de la mentira. En la serie, la memoria de sus agentes ha sido borrada, pero los protagonistas quieren recordar su pasado y a falta de recuerdos, la mentira aparece llenando esos vacíos. Corpus principal donde cada episodio resulta una caja china que incluye el final típico del discurso de la historieta: el famoso continuará, que ejerce en el espectador la fascinación de seguir mirando hasta altas horas de la madrugada renunciando incluso al sueño, para dar cuenta qué sigue y qué cosas le pueden ocurrir a sus personajes.

La mentira, entre otros temas, se analiza en el reciente libro de Giorgio Agamben, Pinocho (Adriana Hidalgo, 2023) con el subtítulo de Las aventuras de un títere dos veces comentadas y tres veces ilustradas. Edición impecable que destaca la nariz interminable del niño, que ya no pasa por la puerta del dormitorio, como consecuencia de sus embustes. Cuántas narices crecen cotidianamente por la mentira? Sí, sabemos que las escuchamos por doquier. Desde el campo de la política hasta los círculos más íntimos que podemos frecuentar.

Porta del libro Pinocho

Por qué miente un niño? Muchos padres se sorprenden al advertir las primeras mentiras del hijo. Aproximadamente hasta los 5 o 6 años no se distingue entre la realidad y la imaginación: sus fantasías son alimentadas por historias reales o imaginadas que se confunden en la mente. Es un período donde el niño/a es sumamente sugestionable y las aspiraciones del mundo adulto pueden reflejarse en los relatos que hace a sus amiguitos.

Cuando comienza a distinguir entre la realidad y la fantasía, el niño pasa también a advertir que ciertas mentiras pueden provocar un logro posible, ya que la misma intenta provocar la aprobación del otro y refuerza la confianza en sí mismo. En la infancia, hechos mentirosos creados por los adultos, distorsionan aquél frágil sistema de valores. Si un niño/a resolviera no faltar nunca a la verdad,
ocasionaría inconvenientes a los padres, por ejemplo en el caso que el padre o la madre no trabajasen, diciendo que están en la cama o frente a la computadora y no quieren atender siquiera el timbre de la casa o del portero eléctrico.

Esa honestidad hasta podría ser castigada. Para evitar una reprensión que destruye su autoconfianza, se enredan en una serie de mentiras de las cuales no consigue liberarse. El niño miente para escapar de una situación delicada. La influencia de los héroes fuera de la ley es exaltada en el cine de superhéroes en general y otorgan al niño una idea dificultosa de permitirle definir lo que se encuentra bien o mal.

Los padres deben advertir que en el transcurso del desarrollo infantil, se sufren varios niveles de crisis que no pueden ser ignorados. Si el niño adquiere confianza en la comprensión y en la coherencia en el decir de los padres, pueden llegar a concebir que lo condenable son sus errores y no su personalidad. Las normas por mejores que sean, de nada valen sin el entendimiento profundo y sutil del comportamiento del niño. Si está bien orientado serán capaces de enfrentar sin ningún temor sus problemas.

El niño a veces miente para escapar de una situación complicada.

El crecimiento de la nariz de Pinocho no es sólo síntoma de su mentira sino que es la expresión de lo incorregible y la insolencia del muñeco, tal como lo afirma Agamben. La mentira se encuentra ligada al carácter de lo interminable y a la vaguedad de la existencia. También y de modo paradojal, la nariz de Pinocho es su verdad que desmiente al otro (en este caso a la propia Hada del cuento). Agamben afirma que la verdad no es un argumento definitivo: crece y disminuye a simple vista junto con la vida, hasta el punto de volverse difícil sin ningún tipo de reservas.

Qué ocurre cuando la mentira alcanza al mundo del adulto? Sería más complejo determinarlo, pero en este caso podemos recordar una frase que Oscar Wilde pronunciaba: En qué consiste una mentira? En que se sostiene por sí sola, pero si un hombre tiene que presentar pruebas en apoyo de una mentira, más vale que diga la verdad.

*Carlos Gustavo Motta es psicoanalista y cineasta.
Publicado en mdz

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