El malestar de la diversidad como punto de partida para pensar en inclusión y discapacidad

El malestar de la diversidad como punto de partida para pensar en inclusión y discapacidad

¿Cómo incluimos las discapacidades en nuestra cotidianidad cuando existe una invisibilidad de las mismas?

Un malestar cualquiera puede alimentarse a través de las manifestaciones que ocurren en el cuerpo propio; en la relación con el otro; cuestiones que acontecen en el medio social exterior; fastidios o incomodidades varias. Las diferencias entre el mundo interior y el vínculo con los otros, se encuentran en la realidad de cada uno. Ahora bien, teniendo en cuenta esto, ¿Cómo incluimos las discapacidades en nuestra cotidianidad cuando existe una invisibilidad de las mismas?

Cada quien, en alguna ciudad, segregará un modo de vivir con sus enigmas personales y creará espacios donde conjure su desasosiego. Las pasiones del alma: amor, odio, ignorancia, habitan en nuestra conciencia, lugar que resulta inestable, fragmentado y sobre todo, habitado por el lenguaje y sus malos entendidos.

No sólo se segrega la enfermedad mental sino lo que aparece diferente de uno mismo, de lo que uno puede aceptar y de esa ecuación personal, el resultado es lo inasimilable: es decir, lo diferente del otro evoca lo monstruoso. Lo que amenaza pero en definitiva, lo que ese espanto provoca de angustia, y en uno mismo.

Ese sobresalto y fastidio se refleja en lo urbano cuando no se cuenta con rampas adecuadas en las esquinas; con accesos en entradas y salidas de edificios; semáforos especiales aplicados a la discapacidad visual; en los servicios de transporte público; móviles con aplicaciones y comandos de utilización; etc. obstáculos, obstáculos y más obstáculos.

La diferencia se percibe entonces con lo que uno desea dejar de lado de aquello que fastidia del otro. Es sencillo: así como aquél que tiene pelo lacio quiere pelo enrulado, ninguno sin embargo, quiere quedarse sin cabello. Obviamente esto no es la aspiración de todos. Entonces, la pérdida siempre se disimula o lo que es peor en algunos casos, directamente se la niega.

La inclusión no quiere decir precisamente aceptar lo diferente, sino que la inclusión es pensar de modo natural esa diferencia. ¿Qué sería pensarla de modo natural? Es como pasear por un bosque y ver la variedad que la naturaleza brinda. Tampoco lo que escribo está en relación a lo biológico sino a esa mirada que impone reglas que ni siquiera son dictadas por alguien. Lo siniestro, lo ominoso, lo desconocido e inquietante, es aquella especie de lo espantoso que es propio de las cosas conocidas y familiares desde tiempo atrás. Se trata de un sentimiento complejo, pleno de diferentes matices y debe diferenciarse con lo que manifiesta en la vida donde lo ominoso es conocido por la ficción que cada uno construye de sí.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, la discapacidad es un fenómeno complejo que refleja una relación estrecha y límite entre las características del ser humano y las características del entorno en donde vive.. El 22 de Mayo del 2001, la clasificación de la discapacidad fue aprobada por 191 países que integran la OMS, en los siguientes Tipos de Discapacidad

  • Discapacidad Física o Motora: la discapacidad física es aquella que ocurre al faltar o quedar muy poco de una parte del cuerpo, lo cual impide a la persona desenvolverse de modo convencional.
  • Discapacidad Sensorial: corresponde al tipo de personas que han perdido su capacidad visual o auditiva y quienes presentan problemas al momento de comunicarse o utilizar el lenguaje.
  • Discapacidad intelectual: es aquella que presenta una serie de limitaciones en las habilidades diarias y sirven para responder a distintas situaciones en la  vida. Se hace más fácil de llevar si su entorno ayuda a hacerles más sencillas las cosas. A las personas con discapacidad intelectual se les hace complicado aprender, comprender y comunicarse. Es irreversible y no solo es un impacto que sufre el individuo, sino también resulta un reto para toda la dinámica familiar.
  • Discapacidad Psíquica: directamente relacionada con el comportamiento y presenta trastornos en el comportamiento adaptativo. Este tipo de discapacidad se puede incluir en categoría con otras enfermedades mentales como una depresión, esquizofrenia, síndrome orgánico, autismo y síndrome de Asperger.

Silvio Rivero es psicólogo y psicoanalista. Hace varios años se dedica a la temática de discapacidad. Hoy se atreve a poner en escrito lo que hace años practica con la acción analítica en una edición que publicará Letra Viva, En exclusiva para MDZ me hizo llegar su texto que pronto estará distribuido en las librerías. Él decide dar cuenta de las variables que atraviesan a la
discapacidad y nos brinda un texto inaugural y como tal, estará sujeto a miradas aprobatorias y también críticas, pero después de todo es lo que un texto provoca. El libro resulta un umbral que conecta a modo de puente un camino necesario, que debe ser pensado por la sociedad toda.

Rivero desarrolla la perspectiva integral de la discapacidad sumada al modelo social y ampliada por el paradigma de los Derechos Humanos. Sus aportes personales son la construcción de un Esquema de Abordaje Interdisciplinario (EAI) y un Enfoque Integral de Discapacidad (EID). Despliega conceptos que tienen como espectro la exclusión, segregación, integración, inclusión. No sólo invitamos a leerlo sino a que podemos comprometernos como sociedad toda a una temática que cada día nos atraviesa y nos cuestiona, sin dejar de advertir lo que alguna vez Nietzche expresó en Más allá del bien y del mal: “Quien con monstruos lucha cuide de no convertirse a su vez en monstruo. Cuando miras largo tiempo a un abismo, también este mira dentro de ti”.

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