La vejez en los tiempos del coronavirus

La vejez en los tiempos del coronavirus

La característica principal de la población mundial en el siglo XXI, será el envejecimiento demográfico, entendido como un proceso que está caracterizado por el aumento poblacional de los adultos mayores.

Lo actual de este proceso en cada uno de los países es diferente. La tasa de mortalidad se redujo desde 1960, disminuyendo la cantidad de muertes cada mil personas en un 57% producto por los avances de la medicina. En 1960 el promedio de la población mundial vivía hasta los 53 años, hoy creció en casi 20 años, alcanzando los 72 años de promedio de vida pero continúa aumentando. Entre 2015 y 2050 el porcentaje de los habitantes del planeta mayores de 60 años se duplicará pasando del 12 al 22%. En 2050 el 80% de las personas mayores vivirá en países de ingresos bajos y medianos.

El coronavirus aniquiló esperanzas que habíamos depositado para superar diferencias que nos separan. Mostró con crudeza los sistemas sanitarios de cada nación y desnudó sus falencias. A algunos nos privó de ver nuestros familiares queridos, a otros quitó los que amábamos, a algunos les mostró que no podían vivir juntos tanto tiempo, tantas horas próximos.

Es así como este virus ubicuo pone en cuestión el festejo del 1 de Octubre que coincide con el Día Internacional del Adulto Mayor designado a partir de 1990 por la Organización de las Naciones Unidas puesto que los  actuales obstáculos encontrados en la vida se desarrollan en  distintas locaciones geográficas pero todas hoy están sujetas al desarrollo de la pandemia y todos los países se enfrentan a retos importantes en el área de la salud.

¿Cómo “festeja” el adulto mayor este aniversario de acuerdo a estas variables? Pensemos que un cerebro activo asegura un mejor pasar emocional y nos acerca a un envejecimiento de carácter saludable.

Los adultos mayores han sufrido en cuerpo propio la reclusión y particularmente para ellos, el encierro duró más de la cuenta y el miedo que les provocó fragilizaron su psiquismo donde ya se supone que las facultades en edad avanzada como la memoria, la capacidad de aprendizaje, las habilidades manuales y las motivaciones, disminuyen. Sin embargo, últimas investigaciones científicas ponen en duda estas conjeturas.

Llegar a viejos hoy

En el día a día se observa mucha tensión entre las personas. Peleas cotidianas violentan nuestra tranquilidad o al menos la que nos proponemos tener. Al adulto mayor no se lo respeta. No se lo escucha. No se lo tiene en cuenta. Este no es el espacio para que podamos desarrollar cómo puede mantenerse con una jubilación mínima en Argentina. Ni pensar si está completamente solo/a.

¿Cómo cuidamos a los adultos mayores? ¿Cómo nos vamos a cuidar ya que para muchos la edad llega sin avisar?

Los gerontólogos elaboraron teorías donde  ponían énfasis en la adaptación a diferentes roles sociales; otras se centraron en que las estructuras sociales configuran la vida del adulto mayor; otras observan cómo los adultos mayores  participan de modo activo en las instituciones que habitan.

En el año 45 AC, Cicerón estableció diez consejos para envejecer y que considera un arte en sí mismo:

  1. Una buena vejez comienza en la juventud
  2. La vejez puede ser una etapa maravillosa de la vida.
  3. La vida es una sucesión de etapas.
  4. Los adultos mayores pueden enseñar mucho a los jóvenes.
  5. La vejez no implica una vida sedentaria a pesar de las limitaciones
  6. La mente debe ser ejercitada
  7. El adulto mayor debe estar dispuesto a defenderse.
  8. La práctica sexual se mantiene
  9. Cultive un huerto.
  10. No temer a la muerte.

Cicerón nos dice que no hace falta que un actor esté en escena toda la obra, basta que haga bien su papel. De la misma forma, la persona sabia no necesita quedarse en el teatro del mundo hasta que el público aplauda. Por breve que sea la vida que se nos concede, siempre hay tiempo para vivirla con virtud y honestidad. Y si por casualidad nuestros días se prolongan, no nos entristezcamos más que el agricultor que ve a la primavera dar paso al verano y este al otoño. La primavera es la juventud y la esperanza del fruto venidero y los años posteriores son las estaciones de la cosecha y el almacenaje de lo sembrado.

En relación a los  puntos 9 y 10 de estos consejos, no podemos asegurarlos de acuerdo con la época que nos toca vivir pero prefiero afirmar que el paso del tiempo de vida de cada uno es directamente proporcional a nuestras acciones, al modo en que amamos, cómo nos manejamos con los recursos financieros, cómo nos mantenemos ocupados con proyectos que siempre se orientarán con el curso de nuestro deseo. Si ello nos ocupa el período que sea pero disfrutándolo, seguro que cada primero de octubre podamos brindar por nosotros mismos y siempre con los otros. 

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