¿Existen los trastornos de personalidad múltiple?

¿Existen los trastornos de personalidad múltiple?

Una serie de Marvel, Moon Knight (Caballero Luna) que se puede ver actualmente por Disney Plus, reactualiza el interrogante si hay o no personalidades múltiples en un mismo individuo.

A partir de la novela gótica de Stevenson El extraño caso del doctor Jekyll y el señor Hyde (1896) se plantea una representación vívida que hace que una misma persona tenga dos o más identidades con características opuestas. La misma hace referencia al Trastorno Disociativo de Identidad, antiguamente llamado Trastorno de identidad múltiple. 

Resulta un padecimiento poco frecuente que genera gran controversia debido a los escasos clínicos presentados, y que el mundo del cine ha sabido aprovechar. En Múltiple, un film de Night Shyamalan, el protagonista principal tiene 23 personalidades diferentes y un objetivo claro en cada una ellas. Esta perturbación posee una alteración importante de los afectos, principalmente la llamada discontinuidad en la conciencia, una errancia que caracteriza a cada una de las personalidades elegidas. La hipótesis principal es que suele aparecer por traumas acontecidos en la infancia pero este argumento puede hallarse como generalizado y no responder a las verdaderas causas que en estos casos aparecen como desconocida.

Sin embargo siempre se encuentra un factor común que podemos ubicar: el sentimiento de extrañeza. Ser uno con otro dentro de uno posee un carácter inefable. La rareza de tener un cuerpo que emerge del interior por designios de dioses egipcios, tal como aparece en el comic de Marvel, y que se metamorfosea para convertirse en un héroe invulnerable condenado a su propio cuerpo en un repertorio de imágenes que giran entre el sueño y la realidad del personaje, en este caso, la de Marc Spector, afectado por la Luna. Si señores, un lunático todopoderoso en donde las secuencias que se suceden pueden tener su anclaje en su imaginación o incluso en sus propios sueños.

La resistencia telepática, la fuerza física incrementada por la luz de la Luna, sus habilidades marciales, la agilidad máxima, experto en uso de armamento y tecnología. En fin, maestro estratega, Moon Knight no tiene nada que envidiar la capacidad detectivesca de Batman.  Los personajes mitológicos de los cómics deben construirse como arquetipos y su valor de metáfora indica que, a pesar de la emergencia de sus distintas personalidades, es la lucha de la justicia y la verdad lo que los guía. 

Entre paréntesis, la serie es estupenda porque cuenta con guiones muy sólidos que se apoyan en efectos especiales de última generación y cuenta con actores y actrices que transmiten la desesperación que sufre el protagonista al transformarse en el superhéroe nocturno.

Para otras generaciones, lo que estaba de moda era un best seller devenido en dos películas llamado Sybil de la escritora americana Flora Rheta Schreiber. El libro trata acerca de una mujer nacida en Minnesota en 1923, Shriley Ardell Masson, apodada Sybil. Su caso fue el más famoso del trastorno disociativo de personalidades múltiples por haber desarrollado 16 personalidades diferentes. Sybil falleció a los 75 años y la comunidad científica se mantiene dividida al respecto de sus manifestaciones clínicas.

Desde Sigmund Freud, el psicoanálisis privilegia la presencia de un estudio de Otto Rank, quien trabaja sobre la temática del doble (1914) donde se vincula la propia imagen vista en el espejo -la sombra- asociado con el miedo a la propia muerte. El doble tiene su origen en una enérgica desmentida de la muerte ampliando su investigación al tema del alma. Para Freud existe un correlato construido desde el propio material del sueño de una persona quien intenta duplicar ese sentimiento de pérdida o de falta a un símbolo que represente al poder. Ese fenómeno, llamado del doble, en todas sus versiones observadas además en la literatura y en el cine, constatan al otro yo, la rivalidad con el otro y su insistencia llevada al campo de lo que se repite de modo incesante.

A este sentimiento siniestro con la emergencia de lo más íntimo, Freud lo llama lo ominoso (también traducido como lo siniestro) y no es otra cosa que lo reprimido que sale a la luz cuando no debiera.

¿Verdad o mentira? La disociación acompaña generalmente a otras estructuras clínicas. Ya es complejo mantener y explicarse lo que le ocurre a uno mismo con la propia personalidad que imaginarse tener otras a cuesta. Es cierto que lo peor es no saber cómo lidiar con algunas que cambian a cada rato su humor y ni que decir si esas personalidades se pasean por cargos públicos donde las consecuencias impactan a cada uno de nosotros, pero esa sería otra columna que excede el material de lo presentado hasta aquí.

De qué se trata el Síndrome de Münchhausen

22/04/2022

La depresión es la pérdida de una ilusión

22/04/2022